
- El ego no es otra cosa que idolatría; el símbolo de un yo limitado y separado, nacido de un cuerpo, condenado a sufrir y a que su vida acabe en la muerte.
- Es la «voluntad» que ve a la Voluntad de Dios como su enemigo, y que adopta una forma en que Ésta es negada.
- El ego es la «prueba» de que la fuerza es débil y el amor temible, la vida en realidad es la muerte y sólo lo que se opone a Dios es verdad.
- El ego es demente.
- Lleno de miedo, cree alzarse más allá de lo Omnipresente, aparte de la Totalidad y separado de lo Infinito.
- En su demencia cree también haber vencido a Dios Mismo.
- Y desde su terrible autonomía «ve» que la Voluntad de Dios ha sido destruida.
- Sueña con el castigo y tiembla ante las figuras de sus sueños: sus enemigos, que andan tras él queriendo asesinarlo antes de que él pueda proteger su seguridad atacándolos primero
- El Hij@ de Dios no tienen ego.
- ¿Qué puede saber él de la locura o de la muerte de Dios, cuando mora en Él?
- ¿Qué puede saber de penas o de sufrimientos, cuando vive en una dicha eterna?
- ¿Qué puede saber del miedo o del castigo, del pecado o de la culpabilidad, del odio o del ataque, cuando lo único que le rodea es paz eterna, por siempre imperturbable y libre de todo conflicto, en la tranquilidad y silencio más profundos?
- Conocer la realidad significa no ver al ego ni a sus pensamientos, sus obras o sus actos, sus leyes o creencias, sus sueños o esperanzas, así como tampoco los planes que tiene para su propia salvación y el precio que hay que pagar por creer en él.
- Desde el punto de vista del sufrimiento, el precio que hay que pagar por tener fe en él es tan inmenso que la ofrenda que se hace a diario en su tenebroso santuario es la crucifixión del Hij@ de Dios.
- Y la sangre no puede sino correr ante el altar donde sus enfermizos seguidores se preparan para morir.
- Una sola azucena de perdón, no obstante, puede transformar la oscuridad en luz y el altar a las ilusiones en le templo de la Vida Misma.
- Y la Paz se le restituirá para siempre a las santas mentes que Dios creo como Su Hij@, Su morada, Su dicha, Su amor, completamente Suyas, y completamente unidas a Él.
Instrucciones de la Segunda Parte de Un curso de Milagros