“No quiero ser guía. Quiero ser simplemente un seguidor.”

- Padre, Tú eres Quien me dio el plan para la salvación.
- Eres asimismo quien determinó el camino que debo recorrer, el papel que debo desempeñar, así como cada paso en le sendero señalado.
- No puedo perderme.
- Tan sólo puedo elegir desviarme por un tiempo, y luego volver.
- Tu amorosa Voz siempre me exhortará a regresar, y me llevará por el buen camino.
- Mis hermanos pueden seguir el camino por el que les dirijo.
- Más yo simplemente recorreré el camino que conduce a Ti, tal como tú me indiques y quieras que yo lo haga.
- Sigamos, por lo tanto, a uno que conoce el camino.
- No tenemos porqué rezagarnos, ni podemos soltarnos de Su amorosa Mano por más de un instante.
- Caminamos juntos, pues le seguimos.
- Y es Él Quien hace que le final sea seguro y Quien garantiza que llegaremos a salvo a nuestro hogar.
Instrucciones de la Segunda Parte de Un curso de Milagros