“La verdad contesta toda invocación que le hacemos a Dios, respondiendo en primer lugar con milagros, y retornando luego a nosotros para ser ella misma.”

- El perdón -el reflejo de la verdad- me enseña cómo ofrecer milagros y así escapar de la prisión en la que creo vivir.
- Tu santo Hij@ me es señalado, primero en mi hermano, y después en mí.
- Tu Voz me enseña con gran paciencia a oír Tu Palabra y a dar tal como recibo.
- Y conforme contemplo a Tu Hij@ hoy, oigo Tu voz indicándome la manera de llegar a Ti, tal como Tú dispusiste que ésta debía ser:
«Contempla su impecabilidad y sé curado».
Instrucciones de la Segunda Parte de Un curso de Milagros