“Hoy no volveré a hacerme daño.”

- Aceptemos hoy que el perdón es nuestra única función.
- ¿Por qué atacar nuestras mentes y ofrecerles imágenes de dolor?
- ¿Porqué enseñarles que son impotentes, cuando Dios les ofrece Su poder y Su Amor y las invita a servirse de lo que ya es suyo?
- La mente que ha llegado a estar dispuesta aceptar los regalos de Dios ha sido reinstaurada al espíritu, y se extiende su libertad y su dicha tal como dispone la Voluntad de Dios unida a la suya propia.
- El ser que Dios creó no puede pecar, por lo tanto , no puede sufrir.
- Elijamos hoy que Él sea nuestra identidad, para poder así escapar para siempre de todas las cosas que el sueño del miedo parece ofrecernos.
- Padre, es imposible hacerle daño a Tu Hijo.
- Y si creemos hacerle sufrir, es sólo porque no conocemos la única Identidad que compartimos Contigo.
- Hoy queremos retornar a Ella, a fin de librarnos para siempre de todos nuestros errores y salvarnos de lo que creíamos ser.
Instrucciones de la Segunda Parte de Un curso de Milagros