“Sigo en camino que se me ha señalado.”

- Tengo una misión especial que cumplir, un papel que sólo yo puedo desempeñar.
- La salvación espera hasta que yo elija asumir ese papel como mi único objetivo.
- Hasta que no tome esa decisión seré un esclavo del tiempo y del destino humano.
- Pero cuando por mi propia voluntad y de buen grado vaya por el camino que el plan de mi Padre me ha señalado, reconoceré entonces que la salvación ya ha llegado, que se les ha concedido a todos mis hermanos y a mí junto a ellos.
- Padre, Tu camino es el que elijo seguir hoy.
- Allí donde me conduce, es adonde elijo ir, y lo que quiere que haga, es lo que elijo hacer.
- Tu camino es seguro y el final está garantizado.
- Allí me aguarda Tu recuerdo.
- Y todos mis pesares desaparecerán en Tu abrazo, tal como le prometiste a Tu Hij@, quien pensó erróneamente que se había alejado de la segura protección de Tus amorosos Brazos.
Instrucciones de la Segunda Parte de Un curso de Milagros