“Vine a salvar al mundo.”

- He aquí el pensamiento del que se ha eliminado toda clase de arrogancia y en el que sólo queda la vedad.
- Pues la arrogancia se opone a la verdad.
- Más cuando la arrogancia desaparece, la verdad vienen inmediatamente y llena le espacio, que la irse le ego, quedó libre de mentiras.
- Únicamente el ego puede estar limitado y, por consiguiente, no puede sino perseguir fines limitados y restrictivos.
- El ego piensa que lo que uno gana, la totalidad lo pierde.
- La Voluntad de Dios, sin embargo, es que yo aprenda que lo que uno gana se le concede a todos.
- Padre, Tu Voluntad es total.
- Y la meta que emana de ella comparte su totalidad.
- ¿Qué otro objetivo podrías haberme encomendado sino la salvación del mundo?
- ¿Y qué otra cosa sino eso podrías ser la Voluntad que mi Ser ha compartido Contigo?
Instrucciones de la Segunda Parte de Un curso de Milagros