“No se me pide que haga ningún sacrificio para encontrar la misericordia y la paz de Dios.”

- El final del sufrimiento no puede ser una pérdida.
- El regalo de lo que lo es todo tan sólo puede aportar ganancias.
- Tú sólo das.
- Nunca quitas.
- Y me creaste para que fuese como Tú, de modo que el sacrificio es algo tan imposible para mí como lo es para Tí.
- Yo también no puedo sino dar.
- Y así, todas las cosas me son dadas para siempre.
- Aún soy tal como fui creado.
- Tu Hij@ no puede hacer sacrificios, pues es íntegro, al ser su función completarte a Ti.
- Soy integro por ser Tu Hij@.
- No puedo perder, pues sólo puedo dar, y así, todo es mío eternamente.
- La misericordia y la paz de Dios son gratuitas.
- La salvación no cuesta nada.
- Es un regalo que se debe dar y recibir libremente.
- Y esto es lo que vamos a aprender hoy.
Instrucciones de la Segunda Parte de Un curso de Milagros