“Hoy sólo ofrezco milagros, pues quiero que retornen a mí.”

- Padre, Todo milagro es un reflejo de los regalos que me haces a mí, Tu Hij@.
- Y cada uno que concedo retorna a mí, recordándome que la ley del amor, es universal.
- Incluso aquí dicha ley se manifiesta de una forma que se puede reconocer, y cuya eficacia puede verificarse.
- Los milagros que concedo se me devuelven en la forma que más me pueden ayudar con los problemas que percibo.
- Padre, en le Cielo es diferente, pues allí no hay necesidades.
- Pero aquí en la tierra, el milagro se parece más a tus regalos que a cualquier otro regalo que yo pueda hacer.
- Así `pues déjame hoy hacer solamente este regalo, que al haber nacido del verdadero perdón, ilumina el camino que debo recorrer para poder recordarte.
- Que la paz sea con todos los corazones que la buscan.
- La luz ha venido a ofrecer milagros para bendecir a este mundo exhausto.
- Éste hallará descanso hoy, pues nosotros ofreceremos lo que hemos recibido.
Instrucciones de la Segunda Parte de Un curso de Milagros