“La enfermedad no es sino otro nombre del pecado. La curación no es sino otro Nombre para Dios. El milagro es, por tanto, una invocación que se le hace a Él.”

- Padre, prometiste que jamás dejarías de contestar cualquier petición que tu Hij@ pudiese hacerte.
- No importa donde esté, cual parezca ser su problema o en qué crea haberse convertido.
- Él es Tu Hij@, y Tú le contestarás.
- El milagro es un reflejo de Tu Amor, y, por lo tanto, es la contestación que él recibe.
- Tu Nombre reemplaza a todo pensamiento de pecado, y aquel que es inocente jamás puede sufrir dolor alguno.
- Tu Nombre es la respuesta que le das a Tu Hij@ porque al invocar tu Nombre Él invoca el suyo propio.
Instrucciones de la Segunda Parte de Un curso de Milagros