A veces tenemos emociones no amorosas, tipo tristeza, ira o enojo, miedo, culpa, resentimiento, odio, sentimiento de abandono, de soledad, de no valía personal, etc. persistentes que nos acompañan toda la vida y aparecen cuando menos lo esperamos de una forma recurrente. Son emociones que se han quedado bloqueadas por algo que nos pasó en un momento dado, ya no recordamos de dónde vienen y siguen ahí.
Estas emociones bloqueadas nos impiden recorrer nuestro camino de vida, esto es, tener relaciones exitosas, sentirnos querid@s, sentirnos valios@s, sentirnos capaces, tener suficiente dinero, sufrir alguna enfermedad, etc.. En definitiva, nos impiden disfrutar de la Alegría de la Vida.
Comparto aquí un ritual fácil, sencillo, eficaz y poderoso para liberar esas emociones que puedan estar ahí bloqueadas.
Identifica qué emoción recurrente aparece en tu sentir y bloquea tu camino o buen hacer y nómbrala, si quieres escríbela. Dedica un tiempo a ello, busca en tu mente y/o en tu corazón, en lugar tranquilo.
Ahora que la tienes identificada empieza a reunir los materiales necesarios:
- Cuenco o bol, no importa el material ni el color.
- Papel o tela de color rosa fuerte. No importa el tipo de material, si es importante el color.
- Arena o tierra.
- Una piedra lo mas oscura posible.
- 16 velas de té preferiblemente blancas.
Cómo montar el material:
- Coloca el papel, tela o cartulina de color rosa recubriendo el cuenco por dentro.
- Pon la arena o tierra dentro del bol sobre el papel o tela rosa.
- Pon la piedra oscura en el centro del bol, en la tierra.
- Poner encima de la piedra la vela de té.
Ritual:
- Encender la vela.
- Invocar a María Magdalena y a la fuerza de tu corazón para que te asistan y ayuden y a desbloquear la emoción que queramos liberar; la que hemos identificado previamente (con los ojos abiertos o cerrados, como prefieras).
- Recitar las frases de Ho’oponopono 13 ó 16 veces (como sientas), las manos orientadas a la luz de la vela:
«Lo siento, Perdóname, Gracias, Te Amo «
- La luz de la vela abre un portal entre tus emociones y la luz espiritual. Observa cómo se mueve la llama de la vela, su movimiento es indicador de que lo que se va liberando se va purificando con el fuego.
- Deja que la vela se consuma sola. Si la vela se apaga sin consumirse del todo, no volver a encender, debemos respetar el proceso tal cual sucede, sin agobiarnos. «Todo está bien tal y como suceda».
- Al día siguiente quitar la vela del día anterior y desecharla.
- Poner una vela nueva, encenderla y repetir el proceso desde la invocación.
- Hacer este ritual durante 16 días.
Trascurridos los 16 días el ritual sigue haciendo su efecto, son trabajos energéticos, una vez movilizada la energía ésta continúa su movimiento y es normal que tarde su tiempo en que podamos percibir alguna mejoría. Nunca dudéis de que esa mejoría llegará.
Como podéis observar es un ritual muy fácil, os invito a hacerlo y observar qué va ocurriendo tanto en la vela como en vosotr@s, eso sí, Sin Expectativas.
Me encantará que compartáis todo lo que va sucediendo en la sección de comentarios.
Ritual extraído de canalizando en directo a María Magdalena (minuto 37), por Marcè Carbonell en su canal Luz y Conciencia